El lugar de la “A”
Hace
tiempo, años
que ando
pensando,
soñando,
fantaseando
en cambiarme el nombre.
que ando
pensando,
soñando,
fantaseando
en cambiarme el nombre.
Yo creía
que sería Pessah x Berlatzky, el apellido de mi padre, por el de mi madre.
Hasta que
me di cuenta, que en esta sociedad, todos los apellidos son “del padre”.
Si no es del mío, es del padre de mi madre, o del padre de mi abuela, y así. La herencia - también del apellido - es patriarcal.
Si no es del mío, es del padre de mi madre, o del padre de mi abuela, y así. La herencia - también del apellido - es patriarcal.
Entonces me
dio igual.
El tiempo
siguió pasando y las flores siguieron creciendo.
Un buen
día, me cayó la ficha.
Yo estaba en un Seminario Internacional
Fazendo Gênero,
pero yo no quería HACERLO,
lo que quería, era
destruirlo, desarmarlo, descomponerlo
vomitarlo.
Yo estaba en un Seminario Internacional
Fazendo Gênero,
pero yo no quería HACERLO,
lo que quería, era
destruirlo, desarmarlo, descomponerlo
vomitarlo.
Reforzar lo que más oprime,
deprime.
El dictamen
de la depilación, es la legalización y formalización de la tortura.
Cera caliente que te quema el inconsciente.
Cera caliente que te quema el inconsciente.
Recuerdo de
adolescente, cuando iba al CTMB - Centro de Tortura Mónica Brenta - nos metían
de a dos en un cuarto ¡sin ventanas!, iluminado con luz de tubo, una por
camilla.
En seguida
llegaba una de las “carcelarias” y encendía los tremendos ventiladores. Yo me
sentía un panqueque al que le pasaban salsa hirviendo entre las piernas. Me
quemaba, yo gritaba. Ya va a pasar –
respondía la cocinera del sistema.
Yo iba por “motus propio” ¡y encima pagaba!
Yo iba por “motus propio” ¡y encima pagaba!
Bueno, veamos qué es el “motus propio”. Siempre
ODIÉ depilarme, por si no quedó claro.
Ya con 12 años, mi madre me dio la mala noticia, ¿o una clase gramatical? Los vellos, no son bellos, HABÍA QUE RETIRARLOS pues parecía una MONA. ¿Entonces,… para qué salen? ¿Por qué los hombres se los dejan?
Ya con 12 años, mi madre me dio la mala noticia, ¿o una clase gramatical? Los vellos, no son bellos, HABÍA QUE RETIRARLOS pues parecía una MONA. ¿Entonces,… para qué salen? ¿Por qué los hombres se los dejan?
Sobre la mesa quedaban muchas preguntas sin
respuestas.
Mis amigas me harían la misma recomendación. Es
poco higiénico, las mujeres no se dejan los pelos, no le vas a gustar a nadie.
Los chicos se van a reír. No faltó la que me llevara al rincón, para
recomendarme también, que usara corpiño.
Mi boca se torcía cada vez más, mis ojos
entraban en órbita, me sentía mintiendo, viviendo un personaje ficticio. ¡Es
que eso era ser mujer! Si yo quería escaparme, olvidarlo, la letra “A”, al
final de mi nombre, me lo recordaba todo el día, todos los días. Esa era la
preparación para que alguien, algún día, - léase hombre - me quisiera y así
entrar por la puerta grande al
casa-miento. Yo me sentía de otro planeta, de los simios, tal vez.
casa-miento. Yo me sentía de otro planeta, de los simios, tal vez.
Odiaba todo ese show. Sentía mucha rabia.
Mientras
tanto, las “no tan amigas”, me señalaban con el dedo, se reían y hablaban entre
ellas de cómo y cuándo depilarse. ¡Qué aburridas! Pensaba yo.
Yo, que tenía una personalidad en transición, no me sentía cómoda, sí humillada pero no sabía cómo manejarlo. Así era como acababa yendo por “motus propio” a los centros de tortura, un sábado por mes. Siempre me decían que el problema, es que tenía que ir más seguido, yo los dejaba crecer demasiado a mis bellos pelos. Una lágrima caía por mi mejilla. No recuerdo a estas alturas si era el dolor, o la impotencia que sentía.
Yo, que tenía una personalidad en transición, no me sentía cómoda, sí humillada pero no sabía cómo manejarlo. Así era como acababa yendo por “motus propio” a los centros de tortura, un sábado por mes. Siempre me decían que el problema, es que tenía que ir más seguido, yo los dejaba crecer demasiado a mis bellos pelos. Una lágrima caía por mi mejilla. No recuerdo a estas alturas si era el dolor, o la impotencia que sentía.
El tiempo
siguió pasando y las flores siguieron creciendo. Sembré algunas árboles.
Mi
personalidad transitaba nuevos caminos. Un buen día, decidí que las axilas no
más, era desgarrador. Más adelante, dejé de usar desodorante. Cansada de leer
que todos eran antitranspirantes, que ello impedía la respiración de la piel y
provocaba la formación de cáncer, no podía creer que fuéramos tan idiota-mente
pasivas, ¡sumisas a ese sistema! Nunca más usé y volví a conectarme con ese
olorcito a mí, que tanto me gustaba de adolescente.
Nunca entendí por qué tengo que aceptar el
régimen del sistema en mi cuerpo. Sin pelos a la vista, con desodorante tapa
olores, de piernas cruzadas y en voz bajita.
El género gramatical
La primera contradicción es hablar de lo
femenino, con O. ¿O será una línea de fuga que muestra que los géneros son muchos, que
podemos jugar con ellxs, cambiarlxs de lugar, desorganizarlxs? Y hasta
tacharlos con una X.
El tiempo siguió pasando y las flores siguieron
creciendo. El jardín estaba precioso, ya se veían algunos frutos.
Yo ya sentía la fuerza de Sansón para enfrentar
este sistema, a cada día mis pelos me fueron dando confianza y la compañía
necesaria, mi personalidad se fortalecía. Me fui alejando de quien no me
interesaba, de quien tan devota-mente obedecía la dictadura hetero-patriarcal.
Me fui acercando a quienes la cuestionaban y sentí la fuerza huracanada del
estar juntas.
El tiempo siguió pasando y las flores siguieron
creciendo. La fruta caía de maduro.
Cual fuerza de una olla de presión, la “A”
final de mi nombre, salió disparada. Dejándome sin género asignado. Cayó en un
barrio lejano y se puso a caminar pensativa, por una calle solitaria, cuando de
repente, se encontró con la normalidad,
quien también estaba en crisis de identidad. Se fueron a tomar una cerveza
juntas, y se hicieron muy amigas, inseparables.
Cuenta la leyenda, que a partir de ese momento
quedó marian anormal, la que no sigue
las normas impuestas por el sistema.
Yo a veces las visito, me siento en la barra y
acariciando mis bigotes, a lo Dalí, las miro conversar y me río bajito.
2 comentários:
maravilla de escrito, enriqueció mi vida y tocó mi luz más íntima
gracias
mmmm qué bueno!
gracias por tu mensaje
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